sábado, 24 de diciembre de 2011

La Elocuencia de tu Silencio

A veces siento tantas ganas de gritar cuando me siento, como una niña perdida… Porque te has convertido en parte del paisaje.
Porque  enciendes una sonrisa, porque eres
Una silueta de dos sombras templadas
Eres elevación, eres vértigo,
Eres como mariposas en la panza
Y suspiros en el corazón.
Porque tu silencio es como el rompecabezas que intento exhausta de perseguir  y solucionar a quien deseo, solo en  anhelo de que entre la sístole y la diástole del miocardio de mi cuerpo aparezca esa mirada que entable el diálogo que con su palpitar me habla. Y que entre pupilas inquietas, avergonzadas en su pudor de mostrar en el interior de cada ser, la desnudez de cada alma...
Y que en la oscuridad de la noche halle los versos de tus silencios; esos con los que me provocas  un desbordamiento con el cálido recuerdo de tu aliento. Al escribir estas prosas emergen en mi mente el oropel graneadito, tibio e incontable profanaré tus huellas que siempre entre las letras las enmarcaré en el lejano azul, blanco y acolchonado lienzo que todo buen escritor... y así entre  los subidos a mis prosas…mis mejillas se mojan.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

gua que inspirador lo escribiste tu

Carlos Osorio dijo...

Me acercaré a tu espalda con ternura
reclinando en el hombro mi barbilla,
rozaré suavemente tu mejilla,
y anudarán mis brazos tu cintura.