miércoles, 28 de diciembre de 2011

Fabio

Con tu llamada
Sacudiste mi sangre
Soy maremoto
Si te digo que tiemblo cuando suena el teléfono
Que el corazón palpita como fuera de tiempo,
Si te digo que ahora me duele el cuerpo
Por el deseo enorme de sentirte en mi centro
  

Quizás tú no lo creas y digas - me está mintiendo
Y yo tan lejos de ti me estoy muriendo
Por acariciar tu rostro, enredarme en tu pelo
Ser reflejo en tus ojos, desnudarte en silencio
Y sentirte de a poco entrando en mi cuerpo

Si te digo que tengo un maremoto
Que sacude mi sangre y va por dentro,
Como ráfagas violentas de fuerte viento
Quizás tú no lo creas y digas – me está mintiendo
 
Pero esto que siento no es más que el oleaje
de un sentimiento, nacido aquella noche
de cruel invierno, cuando mi boca furiosa
sin tu consentimiento arrancó de tus labios
como uvas maduras aquellos besos.

 La Dama Gris

Síndrome de Estocolmo

Ahora que estas aquí
Y tu mirada es una pregunta que se hunde en el alma
-casi una súplica-
No perturbemos la bella elocuencia del silencio...

Busca tu respuesta en mis ojos,
Esos rehenes de un pasado oscuro y doloroso
Que se refugian, se protegen, se salvan
Bajo la custodia de tu amor.

Ellos,
Que excavan en tu corazón
Para fugarse de las cavernas
Que lo atan a sus culpas y remordimientos,
Te dirán si es falso mi afecto.

Ventanas por las que se evade mi espíritu
Para correr de tu mano
Por el pedregoso camino del anhelo y la espera
Convirtiendo sus amarraduras,
Sus limitaciones,
En vínculos,
En libertad.

Busca en mis ojos

Ese desquiciado brillo
Que contiene la salvación humana
Porque hace falta perder el juicio
Para ganarse a sí mismo,
Porque amar y ser libre
Son pasajes de un camino extraño
Cuyo inicio es un paso al vacío
Sobre el hondo acantilado de la conciencia,
Del YO.
Trasegarlo, es soportar el horror,
El vértigo.

No, no digas nada, amor,
Mírame
Y busca tu respuesta.
JEMP - PP

sábado, 24 de diciembre de 2011

Soñé

Luego el tiempo, aquel momento
en que mi mundo se paraba entre tus labios.
Solo para revivir,
derretirme una vez más mirando tus ojos negros.
Tengo ganas de ser aire,
y me respires para siempre;
pues no tengo nada que perder.
Todo el tiempo estoy pensando en ti,
en el brillo del sol, en un rincón del cielo.
Todo el tiempo estoy pensando en ti,
en el eco del mar que retumba en tus ojos, soñé
Solo para revivir,
derretirme una vez más mirando tus ojos negros.
Tengo ganas de ser aire,
y me respires para siempre;
pues no tengo nada que perder.
Todo el tiempo estoy pensando en ti,
en el brillo del sol, en un rincón del cielo.
Todo el tiempo estoy pensando en ti,
en el eco del mar que retumba en tus ojos.
Todo el tiempo estoy pensando en ti,
en un brillo del sol, y una mirada tuya, soñé
Si te soñé, y te soñé y te soñé una vez más...
si te soñé, y te soñé y te soñé una vez más...

Zoé

La Elocuencia de tu Silencio

A veces siento tantas ganas de gritar cuando me siento, como una niña perdida… Porque te has convertido en parte del paisaje.
Porque  enciendes una sonrisa, porque eres
Una silueta de dos sombras templadas
Eres elevación, eres vértigo,
Eres como mariposas en la panza
Y suspiros en el corazón.
Porque tu silencio es como el rompecabezas que intento exhausta de perseguir  y solucionar a quien deseo, solo en  anhelo de que entre la sístole y la diástole del miocardio de mi cuerpo aparezca esa mirada que entable el diálogo que con su palpitar me habla. Y que entre pupilas inquietas, avergonzadas en su pudor de mostrar en el interior de cada ser, la desnudez de cada alma...
Y que en la oscuridad de la noche halle los versos de tus silencios; esos con los que me provocas  un desbordamiento con el cálido recuerdo de tu aliento. Al escribir estas prosas emergen en mi mente el oropel graneadito, tibio e incontable profanaré tus huellas que siempre entre las letras las enmarcaré en el lejano azul, blanco y acolchonado lienzo que todo buen escritor... y así entre  los subidos a mis prosas…mis mejillas se mojan.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Llueven Ganas en la Mañana de Tu Nombre

Me desperté con el sabor de tu nombre lo saboree hasta la última gota lo mezclé con el terrón de azúcar del café y se fue diluyendo en mi lengua suavemente… lentamente su sabor impregnó mi saliva y se quedó habitando mi paladar. Es ya noche y me voy a dormir con el gusto de tu nombre que reclamo aún insaciablemente en mis labios como si fuera una dulce gota de vino tinto.

El mismo…. 
Que da cuenta de lo hambrienta que estoy de tu cuerpo
Atravieso las fronteras del exceso,
Lúdico y fatal mi hombre perfecto
Caes inevitable en el abismo de mi sexo.

Me demoro bebiendo tu dulzura
Te emborracha mi escencia derramada
Nos mordemos como a frutas ya maduras
Y me quedo sobre tu pelvis demorada.

 La Dama Gris

Perteneciendo-Te

No... No dije jamás que no te merodearía el alma… Pero no es tarde, esta tarde de guardianes ocultos y salientes testigos... Te me cuelas entre las sabanas. Y entonces eres un barullo de sensaciones, de piel, de alma, descararnos en delirios… desempolvarnos las ansias.

Estas aquí? Notaste ya eso Amor? Te traje de tanto soñarte, de tanto revivirte de mil y un modos... Dejemos al mundo de lado, y que las cobijas de esta cama sean las únicas que recepten nuestro sentir, y se hagan de agua y ganas… de fuego que hiela hasta las entrañas.

Siente mi mano… tómala y hazme recorrerte de oriente a occidente de tus alas, musitar tu nombre mágico, recitarte una a una las emociones que movilizas más abajo. Donde reverberan mis elocuencias de mujer. O no mejor no, yo te recorreré a mi antojo, y mi antojo solo sabe reconocer la piel en longitudes… de norte a sur…de sur a norte…

Lo saben mis manos, lo saben cada una de las yemas de mis dedos, lo sabe mi boca desde cada beso hecho lengüeteo, saboreo, degustación. Y lo sabe mi flor… humedecida y alterada, mientras cual amazonas monta la cúspide de esas ganas - tus ganas.

De norte a sur… y comienzo por el norte y descendiendo en un revoleteo de manos y boca sedienta, hasta tu sabes dónde. Mas luego asciendo hasta que congenian a la perfección tu convexidad y mi conclave. Tu magia y mi derrotero, y la piel se nos aglomera en humedades.


La loca cordura de desearte hasta que se calcen de tu piel… más tuya, más PERTENECIENDO-TE en el placer de amarte desde el alma hasta la piel y hay es dónde…
Estás vos quitándome mi aliento desde la simpleza de un beso, hasta lo flagrante de morirnos en la ansiedad de ser en el ser.

KJVA

domingo, 4 de diciembre de 2011

Elogio de la Mujer Brava

Estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas

A los hombres machistas, que somos como el 96 por ciento de la población masculina, nos molestan las mujeres de carácter áspero, duro, decidido. Tenemos palabras denigrantes para designarlas: arpías, brujas, viragos, marimachos. En realidad, les tenemos miedo y no vemos la hora de hacerles pagar muy caro su desafío al poder masculino que hasta hace poco habíamos detentado sin cuestionamientos. A esos machistas incorregibles que somos, machistas ancestrales por cultura y por herencia, nos molestan instintivamente esas fieras que en vez de someterse a nuestra voluntad, atacan y se defienden.

La hembra con la que soñamos, un sueño moldeado por siglos de prepotencia y por genes de bestias (todavía infrahumanos), consiste en una pareja joven y mansa, dulce y sumisa, siempre con una sonrisa de condescendencia en la boca. Una mujer bonita que no discuta, que sea simpática y diga frases amables, que jamás reclame, que abra la boca solamente para ser correcta, elogiar nuestros actos y celebrarnos bobadas. Que use las manos para la caricia, para tener la casa impecable, hacer buenos platos, servir bien los tragos y acomodar las flores en floreros. Este ideal, que las revistas de moda nos confirman, puede identificarse con una especie de modelito de las que salen por televisión, al final de los noticieros, siempre a un milímetro de quedar en bola, con curvas increíbles (te mandan besos y abrazos, aunque no te conozcan), siempre a tu entera disposición, en apariencia como si nos dijeran "no más usted me avisa y yo le abro las piernas", siempre como dispuestas a un vertiginoso desahogo de líquidos seminales, entre gritos ridículos del hombre (no de ellas, que requieren más tiempo, y se quedan a medias).

A los machistas jóvenes y viejos nos ponen en jaque estas nuevas mujeres, las mujeres de verdad, las que no se someten y protestan, y por eso seguimos soñando, más bien, con jovencitas perfectas que lo den fácil y no pongan problema. Porque estas mujeres nuevas exigen, piden, dan, se meten, regañan, contradicen, hablan, y sólo se desnudan si les da la gana. Estas mujeres nuevas no se dejan dar órdenes, ni podemos dejarlas plantadas, o tiradas, o arrinconadas, en silencio, y de ser posible en roles subordinados y en puestos subalternos. Las mujeres nuevas estudian más, saben más, tienen más disciplina, más iniciativa, y quizá por eso mismo les queda más difícil conseguir pareja, pues todos los machistas les tememos.

Pero estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas. Ni siquiera tenemos que mantenerlas, pues ellas no lo permitirían porque saben que ese fue siempre el origen de nuestro dominio. Ellas ya no se dejan mantener, que es otra manera de comprarlas, porque saben que ahí -y en la fuerza bruta- ha radicado el poder de nosotros los machos durante milenios. Si las llegamos a conocer, si logramos soportar que nos corrijan, que nos refuten las ideas, nos señalen los errores que no queremos ver y nos desinflen la vanidad a punta de alfileres, nos daremos cuenta de que esa nueva paridad es agradable, porque vuelve posible una relación entre iguales, en la que nadie manda ni es mandado. Como trabajan tanto como nosotros (o más) entonces ellas también se declaran jartas por la noche, y de mal humor, y lo más grave, sin ganas de cocinar. Al principio nos dará rabia, ya no las veremos tan buenas y abnegadas como nuestras santas madres, pero son mejores, precisamente porque son menos santas (las santas santifican) y tienen todo el derecho de no serlo.

Envejecen, como nosotros, y ya no tienen piel ni senos de veinteañeras (mirémonos el pecho también nosotros, y los pies, las mejillas, los poquísimos pelos), las hormonas les dan ciclos de euforia y mal genio, pero son sabias para vivir y para amar, y si alguna vez en la vida se necesita un consejo sensato (se necesita siempre, a diario), o una estrategia útil en el trabajo, o una maniobra acertada para ser más felices, ellas te lo darán, no las peladitas de piel y tetas perfectas, aunque estas sean la delicia con la que soñamos, un sueño que cuando se realiza ya ni sabemos qué hacer con todo eso.

Somos animalitos todavía, los varones machistas, y es inútil pedir que dejemos de mirar a las muchachitas perfectas. Los ojos se nos van tras ellas, tras las curvas, porque llevamos por dentro un programa tozudo que hacia allá nos impulsa, como autómatas. Pero si logramos usar también esa herencia reciente, el córtex cerebral, si somos más sensatos y racionales, si nos volvemos más humanos y menos primitivos, nos daremos cuenta de que esas mujeres nuevas, esas mujeres bravas que exigen, trabajan, producen, joden y protestan, son las más desafiantes, y por eso mismo las más estimulantes, las más entretenidas, las únicas con quienes se puede establecer una relación duradera, porque está basada en algo más que en abracitos y besos, o en coitos precipitados seguidos de tristeza: nos dan ideas, amistad, pasiones y curiosidad por lo que vale la pena, sed de vida larga y de conocimiento.                      
                                                                                                                                                      Hector Abad Faciolince

sábado, 3 de diciembre de 2011

Cuando Me Disperso

Amor hay algo que no puedo evitar y es 1, apareces 2, me enamoras, 3, me enloqueces, 4, me entrego, 5, suspiro, tienes la culpa de mi deseo, posees la intriga de mis sentimientos, y eres dueño de todas mis pasiones, Cada día te quiero más y no me resisto ¿Para qué, si contigo soy feliz?. Cuando me disperso pienso en ti y me dan muchas ganas de escribirte muchas cosas y sensaciones que tú me produces TE QUIERO, TE ADORO…

KJVA

Si Tu Supieras...

Te quiero contar una historia, estuve escuchando que sé están ROBANDO las personitas más MARAVILLOSAS del planeta... ESCONDETE que NO quiero perderte... porque si es así como podrías contestarme ¿Qué tan inmoral te parece embriagarse un domingo de ti??? y como responder del por qué ahora paso mi mano sobre el envés de las hojas, y sé leer su alfabeto y si cierro los ojos oigo correr un río y es tu voz que despierta porque mi cuerpo comienza ahora en ti y acaba más allá de la lluvia donde alcanzan tus brazos y el miedo acuartelado no vigila...

Esas veces en que pienso que estoy algo ida pero nunca pierdo una sola oportunidad, de admirar como te deslizas como si fueras de viento y al contacto con mis dedos te desvanecieras... y surge otra duda ¿Cómo haces para hacerme sentir que eres de viento y desvanecerte cuando te toco??? ♥♥♥

Aun más, como hago para fijar mi mirada en tus ojos, o como hago para sentir tus labios al atardecer o de acariciar tu piel. Hoy tengo ganas de abrazarte, me encantas. Espero me encuentre en tus sueños, y que pases una plácida noche un millón de besos...

Amor te quiero... te regaló los Nenúfares de Monet
KJVA

Te Quiero

Me transmites una sensación
y es con frecuencia,
un deseo sin igual,
como a mis contadas aventuras
por el mundo.

Digamos que te quiero con todo lo que soy
Incluyéndome a mí misma por ejemplo
Te quiero en la tarde, te quiero frente a la mar.
En el desierto y el río.

Te quiero cuando la Luna
nos confía los secretos,
en la paz de tu mirada,
y el incendio de tu cuerpo.

Te quiero cuando caminas,
Y te quiero cuando cantas,
Te quiero cuando te duermes,
Y más cuando te levantas.

Te quiero en la noche
Te quiero después de todo
Y antes que nada en la tierra
Te quiero ahora que hace calor,
Y ayer que llovía.

En las mañanas nubladas,
Y en las noches abiertas,
Te quiero
Te quiero de pie, tendido,
Dormido y despierto.

Te quiero a la una, a las dos a las tres,
Y a las siempre.

Te quiero,
Te quiero en la casa y te quiero en el camino,
Te quiero después, antes y ahora mismo,
Te quiero,
Te quiero porque me quieres,
Y todo tu me lo gritas,

Te quiero porque en ti comienzo y termino,
Te quiero porque nos encontramos
y nos perdemos uno en el otro…
KJVA