Ya las hojas no soportan mis infructuosos
esfuerzos
mis embestidas
mis desesperos
mis decepciones
nuevos intentos
más emborrones
A veces caigo dormido espada en mano
sin herirle el pecho a los papeles
que a su vez se cansan de retarme a duelo
toda una tarde
con su blanco y agresivo silencio.
Muchas hojas han caído marchitas y arrugadas
cubriendo el suelo de esta habitación
y no resisto que desde allí, me miren con su
gesto de reproche otoñal.
Pero ya que me declaro vencido, ahora que
he claudicado,
intentaré por lo menos, explicarte el motivo de
mi fracaso:
¡Perdí la cabeza!
Olvidé las palabras, se me olvidaron los
significados,
no percibo las formas, desconozco los colores,
confundo las nociones...
¡Dio mío!
¡Alucino!
El universo se transformó en ti
- o acaso seas tu, ahora, todo mi universo-
y cuando quiero escribir me asfixio
si no siento en mi cara la brisa
que abanican tus pestañas.
Cuando abrazo el esfero con mis dedos
Sueña mi mano con tu cintura
y la otra mano, celosa
arranca la hoja
como si te arrancara la ropa.
y mi inspiración se distrae, no llega,
jugando a las escondidas
mientras se enreda en el olor
de tus cabellos.
Y mis ojos te piensan y si los cierro te miran
y todo el tiempo te veo
y simplemente no escribo
y por eso, definitivamente contigo, desisto de
ser poeta
porque ya no resisto que desde el suelo
las hojas marchitas, arrugadas y secas
me miren con ese gesto de reproche otoñal.
JEMP - PP
2 comentarios:
Amor mío, si en algún momento no te hablo y tu no estás a mi lado, es porque mis ojos están cerrados imaginandote...
imaginándote y escuchando el bello sonido de tu voz... desaprovechando tu cercanía, deleitándome contigo y dispersándome con tus versos.
ah! que feliz soy contigo.
Amor cuando esos silencios cubran nuestro amor ¡No olvides dejarme el mapa que me lleve a tu guarida!
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